domingo, 11 de enero de 2015

El fuego no es un juego... Alto a los incendios forestales!

En esta época del año es común divisar en el horizonte columnas de color gris que se mezclan con el azul del cielo, esas columnas no son nubes, tampoco son el resultado de algún extraño acontecimiento climático... Ese efecto, no es una ilusión óptica, es algo mucho más simple de explicar, es humo provocado por incendios forestales.
Todos lo incendios forestales son provocados por la intervención del ser humano y es que de manera intencional o no, somos responsables de provocar estos mega desastres ambientales.
El descuido a la hora de entrar en contacto con la naturaleza por ejemplo en una expedición turistica donde hacemos uso del fuego como mecanismo de calefacción y cocción de alimentos, puede resultar un factor de riego si no tomamos los resguardos necesarios (recordemos el desbastador incendio en Torres del Paine hace unos años).
La agricultura y la quema de predios agrícolas con fines productivos suele ser otro importante peligro ligado a la generación de incendios forestales y por cierto a la degradación de las tierras por no pensar en otras formas de eliminar "residuos" después de una cosecha determinada.


La simple acción de arrojar una colilla de cigarro y ser no apagada previamente, se convierte en uno de los grandes peligros y puede derivar en incendios forestales.
Pero tenemos una causal que suele ser la más grande e incomprendida desde mi puesto de vista, la intención, exciten personas que disfrutan de todo el aparataje generado a raíz de un incendio forestal, patrullas de bomberos, brigadas para control de incendios, helicópteros y aviones desplegados para controlar estos desastres ambientales, suelen ser visto como espectáculos para gente con un cierto grado de distorsión de la realidad con respecto de lo divertido que puede resultar un encendió. 
Lo anterior es una enfermedad y no entiendo que alguien pueda considerar entretenido la destrucción de un ecosistema que alberga vida animal, vegetal y por cierto que facilitan nuestra propia existencia (Arboles = Oxigeno). 
Hoy por hoy la des forestación es una realidad, nuestra hambre por productos derivados de la madera y por consecuencia de los arboles, constituye un escenario aun más preocupante cuando hablamos de la creciente curva que experimentan los incendios forestales.  Lo anterior se agrava considerablemente cuando pensamos que las reservas con especies endémicas de cada zona también se ven afectadas por el voraz paso del fuego, causando daños irreparables.
El fuego no es un juego y menos cuando se trata de poner en peligro nuestro eco sistema, flora, fauna e incluso nuestra propia vida puede ser afectada con el descuido y la intensión de ver fuego. Depende de nosotros ser responsables en cada una de aquellas acciones con el potencial de causar desastres ambientales y comprender que nuestras acciones tienen impacto.

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